Para Simona se acaba "Fábrica de ideas y sueños. Pon en marcha tus ideas"
Mi experiencia ESC empezó en julio de 2019, hace 9 meses no sabía que me iba a enamorar de mi nueva vida. El comienzo fue frenético, viajé mucho y conocí a personas increíbles de diferentes partes de Europa. Hice amigos y creé recuerdos y conexiones que, ya sé, me llevaré en el futuro y, con un poco de suerte, volveré a cruzar. Durante este tiempo nunca he estado sola, de hecho tuve la suerte de estar acompañada por dos maravillosas chicas, voluntarias como yo, que ahora sé que puedo llamar hermanas: Ieva y Rafaela. Juntos descubrimos Medina del Campo, sus colores, sus olores, sus bares y su gente. Medina del Campo puede que sea una ciudad pequeña, pero os aseguro que después de tantos meses aquí, todavía me sorprende. Todos los días hay algo nuevo de descubrir, una nueva persona de conocer. Nunca hubiera pensado, hace 9 meses, que me habría apegado tanto a una pequeña villa, tanto como para sentir mi corazón apretarse ante la idea de tener que abandonarla. Pero la ciudad es creada por las personas. Cada Medinense que conocí me llevó a enamorarme de Medina del Campo. Siempre amables, siempre disponibles, gente acogedora que desde el primer momento se mostró curiosa preguntándome qué me había traído a Medina. Me dijeron que en la regiones más al norte de España la gente era más cerrada y más "seca". Puedo deciros que aquí en Medina hay un mundo aparte: extrañaré ir al supermercado Froiz y, en lugar de coger mis bolsas y volver a casa, pararme un rato para hablar con la cajera que me llama "hija" y que me pregunta cómo me encuentro aquí en Medina. Echaré de menos ir al estanco y hablar sobre el tiempo con la amable y siempre sonriente mujer con el pelo corto que trabaja allí, comparando la diferencia de temperatura de Medina a la que siempre he sido acostumbrada en Palermo. La señora sonriente que sabe mis compras en el estanco de memoria, a quien no necesito decir lo que vine a comprar. ¿Por qué? Porqué ya no soy una extraña, no soy una turista, no soy una voluntaria. Después de 9 meses, yo también, ahora, soy de Medina. Gracias Jonas por crear la oportunidad de vivir esta experiencia; gracias Damiana porque no podría haber deseado que una persona mejor me acompañara durante estos meses.
Medina del Campo desde nuestra terraza